sábado, 15 de noviembre de 2014

ABRIMOS LAS PUERTAS AL ADVIENTO



¡¡¡ ABRID LA PUERTA, VIENE EL SEÑOR!!!.

Ante tanto acontecimiento que se nos presenta en la sociedad, ante tanta realidad a veces desconcertante,  es buena la luz que nos destella la Fe.
Porque cuando el hombre vemos que ha perdido el rumbo del sentido de su vida,  Jesús, con su nacimiento, le trae la posibilidad de reencontrarse a sí mismo en la humildad y en la esperanza.
En cierta ocasión un joven presumía de gustarle  empaparse debajo de la lluvia. Pero lo cierto era que, cada vez que llovía, desplegaba un gigantesco paraguas para protegerse de ella. Un buen amigo se le acercó y le dijo: “oye..si quieres mojarte de verdad..¿por qué no cierras el paraguas?”.

El mensaje del Adviento,  nos exige replegar el paraguas de nuestra incredulidad y del relativismo: ¡qué más quieren las ideas dominantes que releguemos a un tercer plano a Dios!. Y la actitud más apropiada es, precisamente, dejarnos empapar totalmente por esa gran novedad que Jesús nos trae: DIOS. Por el ambiente (no exterior de la navidad) y sí de los sentimientos que genera el sentido auténtico de estos próximos días: JESUS.
Ante la próxima Navidad no podemos contentarnos con cumplir un simple expediente como cristianos o de escuchar más o menos la Palabra de Dios. Lo importante es que nos volvamos totalmente a EL.

  • Palabra de Dios.

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 35, 1-6a. 10
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón:
-- Sed fuertes, no temáis.
Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

Gesto: El Adviento está lleno de buenos anuncios: Llega Navidad, es tiempo de paz, el Señor viene a salvarnos, feliz Navidad… Los cristianos solemos dar pocos anuncios cuando nuestro mundo esta lleno de publicidad. Como gesto para el Adviento, nos comprometemos a comunicar la gran noticia del Dios que viene para quedarse con nosotros. Llenemos nuestra vida de buenos anuncios: en la calle, con la gente, con la familia, con los amigos, a través de la redes sociales. Necesitamos buenos anuncios.

Oración para el Adviento.

Dios está viniendo.
Él viene en su Palabra,
en su Espíritu que nos da la fe,
en los sacramentos de la Iglesia,
en las luchas y alegrías de la vida,
en cada uno de nuestros hermanos,
sobre todo en los más pobres y sufridos.
Hay que saber esperar a Dios.
Hay que saber buscar a Dios.
Hay que saber descubrir a Dios.

Abramos los ojos de la fe,
abramos los brazos de la esperanza,
abramos el corazón del amor.

Dios viene, de María Virgen,
La llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres.
Dios viene.

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