lunes, 21 de julio de 2014

CLAVES PARA ORAR EN VERANO



CLAVES PARA ORAR EN VERANO.


·        Ambientación:
Después de vivir los días de Pasión y Gloria de Jesús hemos caminado los cincuenta días de la PASCUA y, mientras nos acercamos al final de curso y las vacaciones de verano, vamos entrando en el “Tiempo Ordinario”. Un tiempo es especial de gracia y amor de Dios. 

Hace tiempo había quedado un día del mes de julio con un párroco buen amigo mío en su parroquia. Era por la tarde y cuando llegué lo encontré con una señora, agente de pastoral de la parroquia.
-  Pasa estamos terminando de preparar la Eucaristía de las familias del domingo.
-  ¿En julio también? Yo creía que teníais vacaciones.
-  Dios no tiene vacaciones, me contestó ella con una sonrisa.
Me quedé pensando y viene a mi memoria en más de una ocasión. Dios no tiene vacaciones, y el tiempo no puede volver a ser “ordinario” cuando se ha tenido la experiencia de la PASCUA, la experiencia de la RESURRECCIÓN, la experiencia y la fuerza del ESPÍRITU. Cuando se tiene, la EXPERIENCIA, que es algo más que pasar la hoja del calendario o vestirnos de fiesta o de sport, como más nos guste.



El  “Tiempo ordinario” suele ser definido como "el tiempo en que Cristo se hace presente y guía a su Iglesia por los caminos del mundo". Es un tiempo salpicado por los que denominamos “Tiempos fuertes”: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua. Es el tiempo más largo del año litúrgico y donde Dios se hace presente en lo cotidiano, aunque a veces lo cotidiano sea reiterativo y hasta aburrido. Dios no hace vacaciones, aunque las parroquias se suelen ver más vacías, la catequesis y los grupos se suspenden y si nos acercamos a celebrar la Eucaristía dominical vemos caras desconocidas u otras que hacía muchos años que no veíamos.

Una propuesta de oración para el verano:
El verano es tiempo de descanso, es un tiempo propicio para experiencias personales y familiares, un tiempo para entrar dentro de nosotros mismos… sin prisas. Dejar crecer y acoger el deseo de estar a solas “con quien sabemos nos ama”. 






Algunas claves para orar en verano:
-     Detener mis pasos, serenar el ritmo acelerado de mi vida, y contemplar todo lo que Dios me ha dado, SERENAMENTE
-     Callar un momento, silenciar el torbellino de ideas y sentimientos para estar ante Él con todos mis sentidos, ATENTAMENTE
-     Romper todas las murallas que se alzan en torno a mí, y dejarle entrar a cualquier hora, TRANQUILAMENTE.
-     Vaciar mi casa y despojarme de todo lo que se me ha apegado para ofrecerle alojamiento DIGNAMEMTE 
-     Estar sólo con Él, llenarme de su Espíritu y querer, para marchar luego al encuentro de todo ALEGREMENTE
-     Sentir su aliento dándome paz, vida y sentido, para vivir este momento con Él, POSITIVAMENTE.
 Sí, es tiempo de entrar en nosotros mismos para conocernos, recrearnos en lo que el Señor nos ha regalado y nos regala, y dar un paso más, y otro, y otro más. No debemos cansarnos de dar pasos, aunque sea en verano.
La Palabra de Dios quiere resonar con fuerza en medio de nosotros.



LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 11, 25-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
-- Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
En verano, dejémonos llevar por el amor de Dios, que sale a nuestro encuentro para inundarnos de su amor y transformar nuestras vidas.

sábado, 19 de julio de 2014

ORAR CON MARÍA EN LA FISTA DE LA ASUNCIÓN



·        Ambientación de la oración:

Celebramos verano, más concretamente el día 15 de agosto la Asunción de Ntra. Sra. a los cielos, la Pascua de María. Se trata de la Fiesta mariana más antigua del calendario litúrgico de la Iglesia.  Es un día grande para todos los creyentes en Cristo, porque en María, una criatura como nosotros, celebramos el poder de la gracia y del amor de Dios. Ella ha sido coronada como madre de Dios y madre de todos los creyentes en Cristo.

Hagamos nuestra la presencia de María en la vida de cada creyente. Al contemplar a Cristo contemplaremos el rostro de María. Cristo y María se funden en un mismo amor, que hoy es manifestado en el dogma de la Asunción, en la glorificación de la Madre, de la Virgen Inmaculada, de la llena de gracia. Oremos con un salmo y un cántico que la piedad mariana ha puesto en la liturgia con un gran acierto.





·        Monición al salmo 121.

La presencia de la Hija de Sión, alegra la nueva Jerusalén que es inundada de color y de fiesta ante la llegada del Mesías. Nosotros, peregrinos en esta vida, nos ponemos en camino al encuentro de la ciudad santa de Jerusalén. Hemos sido salvados en Cristo, redimidos y sanados. María nos lleva a Cristo. Ella visita la ciudad en dos ocasiones: en la presentación en el templo y ante el cruz, en la tarde del Viernes Santo. Ella también recibe la noticia grande de la Pascua, y hoy toda la Iglesia celebra su Pascua.
Salmo 121

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies 
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada 
como ciudad bien compacta.
 Allá suben las tribus,
 las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel, 
a celebrar el nombre del Señor;
 en ella están los tribunales de justicia,
 en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
 haya paz dentro de tus muros,
 seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros,
 voy a decir: «La paz contigo».
 Por la casa del Señor, nuestro Dios,
 te deseo todo bien.


·    
Gesto La Orden de Agustinos Recoletos, de gran tradición mariana, canta todos los sábados y fiestas de la Virgen María, la Salve y la Antífona a San José. Hoy queremos entonarla de un modo especial. María, en el misterio de la Asunción, nos abre las puertas de los cielos, porque así como Ella ha sido glorificada, seremos también nosotros glorificados si queremos amar de verdad a Cristo. Unidos a toda la orden, y acompañando la Asunción de María la recitamos, con una vela encendida, unidos a la Orden Recoleta, y orando por las vocaciones a la vida agustino recoleta.

 
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra:
Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

domingo, 13 de julio de 2014

VISITA DEL SR. ARZOBISPO A LA PARROQUIA DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA



El Arzobispo compartió el pasado viernes, 4 de julio, una tarde de conversación y charla con los fieles de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, y celebró la Eucaristía con ellos, acompañado por el párroco y el director del Colegio Santo Tomás.

Mons. Javier Martínez saludó a los feligreses y con la intención de crear un diálogo de manera cercana con ellos, ofreció una charla sobre el matrimonio, la familia y la Eucaristía, en relación a la comunión y a la vida familiar en la Iglesia.




Antes de que el Arzobispo comenzara su intervención, uno de los fieles de la parroquia le saludó y agradeció su visita en nombre de todos los grupos de la comunidad parroquial de Santo Tomás de Villanueva, de la fraternidad seglar de agustinos recoletos, presentes en esta parroquia, junto con las fraternidades de Monachil y de Motril, y del párroco D. Ángel Antonio García Cuadrado (O.A.R.).

Mons. Martínez habló sobre el matrimonio, la familia, la vida en la parroquia y la comunión con la Iglesia, como Esposa de Dios, desde su experiencia de pastor y de "padre de familia numerosa", tal y como él expresó.


El Arzobispo explicó que la Eucaristía es donde mejor podemos conocer el matrimonio, porque "la Eucaristía es ante todo una celebración nupcial", explicó.

D. Javier invitó a los fieles que forman la comunidad de Santo Tomás de Villanueva a amar a Dios como Él nos ama: "Estamos llamados a amar como Dios nos ama". Mons. Martínez contó varias anécdotas e historias personales, con lo que dio un tono íntimo e informal a la charla.

Al terminar la conferencia, el Arzobispo celebró la Eucaristía acompañado por el párroco y el director del colegio respectivamente: P. Ángel Antonio García Cuadrado y P. Antonio Carrón de la Torre.
Agradecemos la visita del Sr. Arzobispo. No se trata de una visita pastoral, sino de un encuentro de toda la comunidad parroquial con su persona. Como acto final, se ofreció un ágape fraterno en los salones parroquiales, para compartir el diálogo y la comunión con D. Francisco Javier Martínez.