¡¡¡ ABRID LA PUERTA, VIENE EL SEÑOR!!!.
Ante tanto acontecimiento que se nos
presenta en la sociedad, ante tanta realidad a veces desconcertante, es buena la luz que nos destella la Fe.
Porque cuando el hombre vemos que ha
perdido el rumbo del sentido de su vida,
Jesús, con su nacimiento, le trae la posibilidad de reencontrarse a sí
mismo en la humildad y en la esperanza.
En cierta ocasión un joven presumía de
gustarle empaparse debajo de la lluvia. Pero lo cierto era que, cada vez
que llovía, desplegaba un gigantesco paraguas para protegerse de ella. Un buen
amigo se le acercó y le dijo: “oye..si quieres mojarte de verdad..¿por qué no
cierras el paraguas?”.
El mensaje del Adviento, nos exige replegar el paraguas de
nuestra incredulidad y del relativismo: ¡qué más quieren las ideas dominantes
que releguemos a un tercer plano a Dios!. Y la actitud más apropiada es,
precisamente, dejarnos empapar totalmente por esa gran novedad que Jesús nos
trae: DIOS. Por el ambiente (no exterior de la navidad) y sí de los
sentimientos que genera el sentido auténtico de estos próximos días: JESUS.
Ante la próxima Navidad no podemos contentarnos con cumplir
un simple expediente como cristianos o de escuchar más o menos la Palabra de
Dios. Lo importante es que nos volvamos totalmente a EL.
- Palabra de Dios.
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el
páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y
alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarón. Ellos
verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos
débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón:
-- Sed fuertes, no temáis.
Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en
persona, resarcirá y os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos
del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo
cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en
cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se
alejarán.
Gesto: El Adviento está lleno de buenos anuncios: Llega
Navidad, es tiempo de paz, el Señor viene a salvarnos, feliz Navidad… Los
cristianos solemos dar pocos anuncios cuando nuestro mundo esta lleno de
publicidad. Como gesto para el Adviento, nos comprometemos a comunicar la gran
noticia del Dios que viene para quedarse con nosotros. Llenemos nuestra vida de
buenos anuncios: en la calle, con la gente, con la familia, con los amigos, a
través de la redes sociales. Necesitamos buenos anuncios.
Oración para el Adviento.
Él viene
en su Palabra,
en su
Espíritu que nos da la fe,
en los
sacramentos de la Iglesia,
en las
luchas y alegrías de la vida,
en cada
uno de nuestros hermanos,
sobre
todo en los más pobres y sufridos.
Hay que
saber esperar a Dios.
Hay que
saber buscar a Dios.
Hay que
saber descubrir a Dios.
Abramos
los ojos de la fe,
abramos
los brazos de la esperanza,
abramos
el corazón del amor.
Dios viene, de María Virgen,
La llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres.
Dios viene.
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