En los últimos años, cantidad de jóvenes sale
en Semana Santa, ya sea en Sevilla, en
Málaga, en Almería o aquí, en Granada. Las
calles siempre están inundadas de gente, y la mayoría son jóvenes que van en
pareja, o un grupo de amigos. Podríamos
decir que gran parte de estos jóvenes sienten la Semana Santa, y disfrutan de
ella. Pero otra parte de la gente que sale, lo hace buscando el postureo.
En
todas las fiestas surge este problema. Ejemplo de ello es la Navidad, época en
la que se celebra el Nacimiento de Jesús, y que últimamente se ha materializado
demasiado.
Lo mismo ocurre con la Semana Santa. Es un
periodo en el que se vive la pasión de Cristo, desde su gloriosa entrada a
Jerusalén, pasando por su sufrimiento, su crucifixión, y acabando en la
resurrección a los tres días, como afirman los Evangelios.
Y debemos vivirlo así, pensando en Cristo,
que dio su vida por nosotros, no para que “tengas una semana sin cole”. Cada
día de la semana, dale algo de ti a Cristo.
El Domingo, lleva bien orgulloso tu hoja de
palma, y aclama la llegada de Jesús, porque todo empieza ahora. El lunes, Cristo echó a los
mercaderes del templo de Jerusalén, casa de su padre, así que ese día, podrías
pasarlo con su padre, en su casa. El
martes, recuerda que María lavó los pies a Jesús, así que tú puedes hacer algo
mejor. Hazle sentir orgulloso demostrándole tu enorme fe. El miércoles, día en el que
Judas inició su tradición a Jesucristo, demuestra que tú eres mejor, y dale tu
cariño.
A partir del jueves suceden varias cosas muy
importantes: Jesús y los doce apóstoles celebran La Última Cena, pero lo
importante es que ese día Judas finaliza su traición, y Jesucristo es juzgado y
encarcelado. Acompaña a Cristo este día en su difícil camino.
El viernes, con la corona de espinas, carga
con su cruz, en la que después le crucificarán.
Apoya
a Jesús poniéndote una carga encima, y llévala todo el día, como él hizo. El sábado Cristo lo pasa en
el sepulcro. Llora su muerte, pues es el único que dio su vida por ti. Qué
menos que eso.
El Domingo de Resurrección los que sientan la
Semana Santa tendrán un pequeño conflicto. Por una parte, está la alegría de la
resurrección, pero por la otra, su semana favorita está a punto de acabar.
Pero
mejor acabarla feliz que triste, ¿No? Este
es el día en el que puedes y debes estar más contento, porque tú señor ha
vuelto para estar a tu lado, y te acompañará a cualquier sitio. En Cristo, hay
un verdadero amigo.
Resumiendo, a los que les gusta la Semana Santa, no van a verla, la viven. Sé uno de ellos.
Ignacio López-Atienza Martín. Alumno de 3ºB
Colegio Santo Tomás de Villanueva. Granada.
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